Ingeniería y gestión de instalaciones de autoconsumo

Gracias al empleo de los paneles solares fotovoltaicos, una instalación de autoconsumo permite un ahorro de más de un 35% en la factura. Este será el gran reclamo para que los consumidores puedan apostar por esta tecnología.

El popularmente llamado “impuesto al sol” ha sido derogado. El Real Decreto Ley aprobado por el Gobierno de España el 5 de octubre de 2018, y que posteriormente ha sido convalidado por el pleno del Congreso de los Diputados el 18 de octubre, elimina los obstáculos técnicos y administrativos al autoconsumo eléctrico. Estas son algunas de las ventajas de la nueva regulación.

  • El autoconsumo compartido en edificios de viviendas ahora sí será posible. También será posible, que la instalación no esté en el mismo emplazamiento, tan solo es necesario que la instalación de producción eléctrica esté próxima a los consumidores.
  • Por ley se establece que la energía renovable que es autoconsumida, no puede estar gravada por cargos o peajes.
  • El cambio más importante es la simplificación de los trámites administrativos. Las instalaciones domésticas y todas aquellas que no vayan a verter energía a la red ya no tienen que solicitar punto de conexión a la compañía eléctrica para conectarse. Además, se elimina el segundo contador que tantos problemas daba.
  • Se contempla la facturación neta de excedentes en pequeñas instalaciones. Este método tan beneficioso, consiste en restar directamente en la factura de la luz una valoración a precio de mercado mayorista, de la energía que no sea consumida al instante (excedentes) sin que se considere como actividad económica.
  • Se elimina la limitación de potencia de los paneles para que tenga que ser menor que la potencia de consumo. Además, se deroga el impuesto a las baterías.
  • Se elimina la obligación de darse de alta en el registro de autoconsumo. Las Comunidades Autónomas llevarán un control de las instalaciones simplemente con la documentación técnica ordinaria.

Ingeniería y gestión de Instalaciones de cargadores de vehículos eléctricos

El comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, ha señalado que España necesitará al menos 220.000 puntos públicos de recarga para vehículos eléctricos en el año 2030, como complemento a la legislación comunitaria de reducción de emisiones de dióxido de carbono de coches y furgonetas, con el fin de que la Unión Europea cumpla con los compromisos climáticos en relación con el Acuerdo de París. Sin embargo, España contaba con 1.754 puntos de recarga al cierre de 2017, por lo que sería un gran reto que prácticamente “palidece con la realidad”. Es por esto por lo que ha considerado que la propuesta de la Comisión de reducción del 15% en 2025 y del 30% en 2030 sería más positiva, pues requeriría de una infraestructura de 220.000 puntos de recarga y tendría beneficios para los consumidores y fomentaría el empleo.

¿Cuáles son los modos de recarga del Vehículo Eléctrico?

1. Corriente alterna modo 1

La recarga se lleva a cabo en una toma de corriente monofásica de uso no exclusivo, es decir, por el lado de la pared tenemos un enchufe convencional del tipo Schuko. La toma es normalizada pero no exclusiva para vehículos eléctricos. Estos se conectan a la red con una intensidad máxima permitida de hasta 16 A y una tensión inferior a 250 V, que en España es de 230 V. Este tipo de instalación permite una potencia máxima de 3.7 kW. Existe una variante con corriente trifásica de 400 V y 11 kW de potencia máxima. En el lado del vehículo nos encontramos con un conector especifico, que dependerá del modelo elegido por el fabricante. Está considerado un modo de recarga ideal para pequeños vehículos eléctricos, como bicicletas, ciclomotores o cuadriciclos, en garajes privados, pero no es aconsejable para coches eléctricos debido al sobrecalentamiento de la instalación en usos tan continuados (hasta 8 horas) y a su falta de protección.

2. Corriente alterna modo 2

Al igual que el Modo 1, la toma de corriente es estándar de uso no exclusivo, pero en este caso el cable lleva incluido el sistema de protección. La conexión se realiza mediante un cable especial que cuenta con un piloto de control entre el vehículo y la clavija, además de un sistema de protección diferencial. Esto permite verificar si está correctamente conectado a la red, elegir la velocidad de carga y activar/desactivar la recarga. La intensidad máxima teórica permitida es de 32 A, siendo 16 A lo habitual. La tensión y potencia máxima son similares al Modo 1. Este modo también tiene una variante en trifásica con 400 V y alrededor de 22 kW. En el lado de la pared el conector es de tipo Schuko, mientras que en el lado del coche este puede ser de diversos tipos, siendo los más usados el Mennekes (o Tipo 2) y el SAE J1772. Estos y otros conectores deben tener al menos un pin para la señal de comunicación.

En la actualidad es el modo más habitual en la recarga vinculada, ya que la mayoría de los fabricantes incluyen de serie el cable con la unidad de carga al comprar el vehículo. Por razones de seguridad, no se suele sobrepasar los 10-13 A (muchos países no permiten mayores intensidades de corriente para periodos de tiempo tan elevados). En conclusión, el Modo 2 no es más que un Modo 1 que cuenta con un sistema de protección.

3. Corriente alterna modo 3

Este modo utiliza una toma de corriente especial de uso exclusivo para la recarga del vehículo eléctrico. Se trata de un terminal de recarga, también llamado SAVE (Sistema de Alimentación del Vehículo Eléctrico) o “Wall Box”, que dispone de un sistema de alimentación específico para vehículos eléctricos, donde las funciones de control y protección están del lado de la instalación fija, de forma permanente. Este terminal monitoriza la carga y corta el suministro eléctrico al enchufe cuando no detecta un conector. Ambos extremos del cable cuentan con conectores específicos. Aunque algunos “Wall Box” llevan integrado el conector del lado de la infraestructura de recarga. El

Modo 3 permite intensidades de hasta 63 A, aunque lo normal son 32 A. Es el modo idóneo para los entornos industriales y aparcamientos de flotas comerciales. Además, debido a la tecnología que emplea, permite la recarga inteligente y favorece el surgimiento de la Smart Grid, de ahí que la UE quiera promocionarlo.

4. Corriente continua.

El vehículo eléctrico se conecta a la red de Baja Tensión a través de una estación de recarga, también llamada “electrolinera”, que mediante un cargador externo realiza la conversión de corriente alterna a continua. Debido a esto, a que la conversión se realiza fuera del vehículo, se ahorran problemas como el calentamiento o la perdida de energía. Las funciones de control y protección, así como el cable de recarga, están instalados en la parte de la infraestructura de forma permanente. Al igual que el Modo 3, el cable tiene en sus extremos conectores específicos, estando en la mayoría de los casos el conector del lado de la infraestructura integrado en la estación.

Por recargar mediante corriente continua los conectores del lado del coche que podemos utilizar son principalmente el CHAdeMO, el CCS Combo o el SAE J1772 con pines extra preparado para la CC. El Modo 4 es exclusivamente indicado para la recarga rápida, con intensidad de corriente de hasta 400 A y potencia máxima de 240 kW, aunque en nuestro país lo normal es 125 kW.